Las aguas en Río 2016 están revueltas, o al menos, confundidas. En el día de hoy, el agua de la piscina correspondiente a la competición de saltos ha ido cambiando de color hasta mutar en un verde sospechoso. Las causas son todavía desconocidas, aunque fuentes oficiales se han apresurado a asegurar que el agua no es perjudicial para los deportistas. “Se realizaron pruebas al agua de la piscina y mostraron que no había riesgo para la salud de los atletas”, explicó Simon Langford, responsable de medios de la sede.
Tampoco parece que afecte al curso de la competición, ya que algunas deportistas que se han lanzado a esa piscina, como Roulin Chen, Paola Espinosa y Alejandra Orozco han negado que el color del agua haya sido un impedimento para el salto. Todavía se desconocen las causas oficiales del cambio, aunque las dos teorías con más peso apuntan a que puede ser o bien una bacteria o bien un alga.
Tom Daley, ganador de la medalla de bronce precisamente en esa piscina, mostró su sorpresa en Twitter ante lo pintoresco de la situación.
Ermmm…what happened?!