El ingeniero Eulogio Santaella, ex embajador en Washington y ex Director del antiguo Consejo Estatal del Azúcar, en una carta dirigida a los comisionados de Punta Catalina, les formula una serie de observaciones correctivas sobre el proceso de licitación y adjudicación de la obra al Consocio Odebrecht-Technimont-Estrella, sobre la base de someter a juicio técnico-económico el informe de la firma Consulting FTI, cuyas conclusiones y análisis sirvieron de base para el Informe de la Comisión que encabezara Mons. Agripino Núñez Collado.
Las amplias y detalladas observaciones de Santaella ponen énfasis en tres aspectos centrales y vitales para descifrar el complejo problema que encierra el proyecto Punta Catalina para la Nación: forma de adjudicación del proyecto; forma de evaluación; y situaciones de conflictos que subyacen.
Forma de adjudicación del Proyecto
En relación al primer punto, el reconocido profesional, parte de considerar que el “pecado original” de Punta Catalina fue haber adjudicado el contrato al Consorcio encabezado por la brasileña Odebrecht sin que hubiera otro competidor real, al descalificar a otros tres competidores a nivel de la propuesta técnica por haber sacado notas muy inferiores al consorcio brasileño.
Sobre esta situación el informe de la FTI concluyó que “el proceso de licitación siguió las leyes dominicanas y las propuestas presentadas de todos los participantes se evaluaron de manera consistente”. En otro párrafo del informe de la FTI, la firma consultora dictamina que: “FTI concluye que el diseño de evaluación que se utilizó para calificar las propuestas técnicas es uno de los sistemas utilizados internacionalmente para calificar dichas propuestas”. Pero en una segunda parte de la conclusión agrega que: “Sin embargo, basado en nuestra experiencia, FTI opina que aunque no era un requisito, el comité de licitación podía haber otorgado la posibilidad a los otros licitadores de revaluar sus propuestas técnicas de manera de no concluir con un solo licitador para ser considerado para la evaluación de la oferta económica”. Sin embargo, la Comisión de notables en sus conclusiones no reparó en esa consideración de la FTI sobre la falta de un competidor real para realizar la comparación de las propuestas técnicas.
Destaca Santaella, que precisamente la falta de un competidor real fue la razón del retiro de la Comisión de Licitación de la CDEEE del Ingeniero Ramón Flores y del Licenciado Isidoro Santana, por no estar ambos de acuerdo con una decisión en esas circunstancias. Se recuerda que fue ahí que los licitadores oficiales decidieron la introducción del procedimiento improvisado del “competidor virtual”.
Evaluación de costos
En relación al punto de la evaluación de los costos, Santaella resalta que el costo unitario presentado en el informe de la FTI se hizo sobre una base equivocada, ya que dicho costo se calculó dividiendo el costo de US$ 1,945 MM, valor de contrato, entre una capacidad bruta inflada de 752 MV de las plantas, resultando un costo unitario de US$ 2,588 por cada KW de capacidad.
Al corregir ese cálculo, el experto local, sostiene que la fórmula correcta era dividir el valor contratado de las plantas entre la capacidad neta contratada de 674.78 MV, con lo que el costo unitario real se eleva a US$ 2,882 por cada KW de capacidad. FTI basó su evaluación en el costo unitario de “…la capacidad neta anunciada…” no de la capacidad bruta. Sin embargo, FTI se contradijo a si misma calculando el costo unitario con una capacidad bruta inflada.
Por ese cálculo errado la FTI concluye también de forma equivocada que Punta Catalina tendría un costo 6% más barato que el promedio de las doce plantas incluidas y estudiadas en su análisis. Sin embargo, la verdad es que si se corrige el costo unitario, el costo unitario de Punta Catalina, comparándola una a una con las doce plantas del estudio de la FTI, resulta más caro que el de siete de las doce plantas más competitivas seleccionadas por FTI para fines de comparación. El costo unitario real de Punta Catalina de US$2,882/Kw es 11.4% más alto que el costo unitario erróneo de US$ 2,588/kw calculado equivocadamente por FTI.
Esa situación al igual que los problemas en la adjudicación en la licitación debió ser observada por la Comisión que encabezara Mons. Agripino Nuez Collado, según los comentarios minuciosos realizados por el Ingeniero Santaella.
Situaciones conflictivas
El ingeniero, también advierte a la Comisión de notables que en su informe debió prever algunas situaciones conflictivas que se podrían producir entre la CDEE y el Consorcio Odebrecht-Technimont-Estrella, originados por los términos del contrato. En ese orden, Santaella hace referencia a la sugerencia que le hace la Comisión al Gobierno de que no pague más dinero por encima del costo contratado, sugerencia con la cual se muestra de acuerdo. No obstante, estima el profesional que de acuerdo al contrato jurídicamente el Consorcio constructor tiene derecho a reclamar pagos por encima de lo estipulado.
Sin embargo, repara en el hecho de que el Consorcio registra un retraso en la ejecución de la obra, la cual debió poner en marcha la primera unidad generadora a principio de agosto, cosa que no sucedió, por lo que el Gobierno tiene el derecho a aplicar las penalidades de lugar, las cuales tienen un costo de 25 millones de dólares cada mes de atraso, que sumarian al año US$ 300 MM. La situación platea el problema de quién asume los sobre costos por los atrasos, así como por las pérdidas del ahorro previsto por concepto del “lucro cesante”.
Otra fuente de confrontación, en que el Gobierno podría salir menos perjudicado si tuviera la voluntad de hacerlo, se origina en el hecho de que el Consorcio violó el contrato al admitir que aplicó sobornos, lo que está prohibido y sancionado en el contrato y en la propia Ley de Contrataciones Públicas.
Comparación final
El ingeniero Santaella inicia sus observaciones a la Comisión de notables de Punta Catalina, señalándole que: “Según nuestro criterio esos tópicos deberían ser esclarecidos, amplificados y eventualmente enmendados” por la Comisión, para que en nuestro país no se de lo que sucediera con el Informe de la Comisión Warren en los EE.UU, elaborado y presentado por conspicuos ciudadanos de ese gran país, pero que no pudo convencer con sus conclusiones sobre el asesinato del Presidente Kennedy.