La tensión arterial y el colesterol son los indicadores más conocidos de riesgo cardiovascular. La mayor parte de la gente sabe que si la tensión está alta y el colesterol se dispara su riesgo de sufrir un problema cardiovascular es elevado. A partir de ahora quizás habrá que tener en cuenta otro parámetro: el grupo sanguíneo. Según los datos de un estudio, tener un tipo de sangre u otro implica una probabilidad diferente de desarrollar una enfermedad cardiaca.