ISCHIA (Italia). Casi un año después del terremoto que asoló en agosto Amatrice y otras localidades del centro de Italia, el país volvió a revivir el miedo y la angustia con un nuevo sismo, esta vez en la isla de Ischia (sur), donde dos personas murieron y 41 resultaron heridas.
El terremoto, de magnitud 4 en la escala de Richter, se produjo ayer a las 20.57 hora local (18.57 GMT) y se dejó sentir en toda la isla.
Sin embargo, la peor parte se la ha llevado el municipio de Casamicciola, cuyo centro está destruido y donde numerosas casas han quedado reducidas a escombros.
Otras muchas presentan agujeros y grietas en sus fachadas, y otras permanecen solo una parte en pie, dejando entrever las estancias que ayer estaban habitadas y hoy están llenas de polvo, piedras y cemento.
Los vecinos se encuentran hoy fuera de sus casas, pasean por las calles o charlan en sillas de jardín o en las entradas de sus portales.
Pero su desesperación ha vivido una tregua esta mañana, cuando los equipos de emergencia han rescatado a un niño de 11 años que había permanecido 14 horas atrapado bajo dos bloques de hormigón.
El chico estaba completamente tapado por los escombros, solo dejaba ver su cabeza, tal y como confirmó el portavoz de los bomberos, Luca Cari.
Agotado por el esfuerzo, ha requerido de oxígeno para respirar mientras estaba atrapado y después, una vez ha sido rescatado, ha sido ingresado en un hospital cercano para recibir asistencia.