NUEVA YORK. Yuly Ortiz, una madre dominicana de tres hijos nacidos en Estados Unidos, y acusada en New Hampshire, de tráfico de heroína, enfrenta la deportación a la República Dominicana, tras dos años y medio de libertad condicional, si es encontrada o se declara culpable después que la policía la detuvo, por venderle droga a un encubierto.
Sus movimientos son vigilados por los federales a través de un brazalete GPS.
Su situación, devino luego que su hermano, Harrison Ortiz, cayera en una redada de policías anti narcóticos y fue condenado a más de 10 años de prisión.
La policía dijo después del arresto de Yuly, de 34 años de edad, que ella quedó a cargo del punto de drogas que manejaba su hermano.
Ayer jueves, su abogado trató de convencer al juez federal para que continúe el caso, sin que sea entregada a la policía de inmigración y evitar la repatriación.
Ortiz, que residía en Salem en 2015, es acusada de un cargo de distribución de heroína, un delito grave y por lo que podría ser condenada.
Si va a juicio, su condena sería casi segura, debido a la evidencia de la venta directa o mano a mano de dos pequeñas bolsas de heroína al policía encubierto.
El jueves, ella y su abogado comparecieron en el Tribunal Superior de Salem para discutir la resolución del caso y eludir el juicio con el juez Timothy Feeley.
La fiscal Kristen Buxton describió cómo el hermano de Ortiz, que dirigía una banda de tráfico de drogas en Salem, fue arrestado con otros dos hombres en marzo de 2015 tras una larga investigación.
El hombre, está cumpliendo una condena de ocho a diez años de prisión por tráfico de heroína y cocaína y posesión ilegal de armas de fuego.
El mismo día que Harrison fue arrestado, la policía de Salem, sospechando que había otras personas involucradas en el tráfico, marcó el número que un oficial encubierto había utilizado para contactarlo.
La llamada fue respondida por Yuly que aceptó venderle dos bolsas de heroína. Fue arrestada en la calle Bridge, momentos después de que hiciera el trato con el encubierto.
Fue acusada de un cargo de distribución de heroína. El fiscal Buxton reconoció que la cantidad de heroína vendida por Yuly Ortiz era pequeña. Pero dijo que ella se involucró directamente en el papel de su hermano, lo que sugiere que no era la primera vez que había hecho eso.
“Ella estuvo inmediatamente disponible para correr el negocio de su hermano”, dijo Buxton.
El punto de Ortiz, estaba en el barrio Salem Point, poblado mayoritariamente por dominicanos, y el fiscal dijo que allí, al igual que en toda la ciudad, la heroína es epidémica.